Con pánico | Ricardo Sánchez Orfo
llegas a todos los lugares sin saber cómo salir de ellos
entras a los hospitales que no siempre están llenos de enfermos
a veces están llenos de muertos
de sombras y travestis
entras y sales más enfermo
y de pronto descubres que el mundo es un hospital lleno de cáncer y que tú mismo eres el mundo y el cáncer al mismo tiempo
entras a todos los lugares
y en todos hay un poco de vacío
entonces te sientas en la sala de espera donde sólo tú esperas
y descubres que el mol y los bares son otra forma de esperar la muerte
entras a todos los lugares
a los hospitales y a los estadios de fútbol
y de ellos sales con pánico y con vergüenza
y de pronto descubres que tu casa es un hospital
que tus ojos son un hospital
que las putas son un hospital
entras y al salir te das cuenta
que el verdadero hospital no es más que otro invento triste y vacío
entras y al salir descubres que el verdadero hospital no es más que el olvido olvidándonos de repente cuando la ópera termina
cuando la noche termina
cuando el silencio termina
entras a los hospitales que no siempre están llenos de enfermos
a veces están llenos de muertos
de sombras y travestis
entras y sales más enfermo
y de pronto descubres que el mundo es un hospital lleno de cáncer y que tú mismo eres el mundo y el cáncer al mismo tiempo
entras a todos los lugares
y en todos hay un poco de vacío
entonces te sientas en la sala de espera donde sólo tú esperas
y descubres que el mol y los bares son otra forma de esperar la muerte
entras a todos los lugares
a los hospitales y a los estadios de fútbol
y de ellos sales con pánico y con vergüenza
y de pronto descubres que tu casa es un hospital
que tus ojos son un hospital
que las putas son un hospital
entras y al salir te das cuenta
que el verdadero hospital no es más que otro invento triste y vacío
entras y al salir descubres que el verdadero hospital no es más que el olvido olvidándonos de repente cuando la ópera termina
cuando la noche termina
cuando el silencio termina
Escrito por Ricardo Sánchez Orfo
del colectivo y revista literaria Amano, de Maipú.
Comentarios
desde valparaiso, un abrazo y gracias por el arte ke entregas.
christian.
(podría sentarme a tejer, a respirar hondo y vago, y sin embargo; no llegarías)
y no deja de inquietarme el hecho de pensar que en este momento la estes esperando, buscando en la micro, la calle, la estacion,en fin...lugares indevidos tu sabes bien que ella no pisa suelo, sabes que te espera en la misma nube, en el mismo recuerdo.
no deja de inquietarme.
no deja de inquietarme.