Micro textos | Aldo Quiroz, Santiago
LA TOMA
Y estábamos allí, en el centro del centro, con las cabezas humeantes de nicotina ajena, bebiéndonos la vida, rodeados por la música adictiva de las voces muertas. Y tú estabas allí, desenredando miedos añejos sobre la mesa rota, resucitando el pasado alegre de los días gastados, incitándome a tirarle piedras al templo de tu moral. Y yo estaba allí, penetrando tus oídos mojados con mis fálicas palabras para poder agendar a tu memoria crímenes futuros en esa despedida prometedora.
DE LETRAS SUCIAS Y DEDOS COMIDOS
Son las tres de la mañana y el sol todavía duerme, duerme también tu cuerpo prohibido junto a mí y el mío que piensa en lo prohibido, piensa en penetrar las sabanas, piensa en penetrar tu ropa, piensa en penetrar tu alma, es que tus labios entreabiertos me absorben, tus labios entreabiertos se apoderan de mi poca cordura, tu olor a piel actúa como imán para mis pantalones dóciles, mis dedos comidos a tu acecho y tú dormida, mis ganas sobre ti y tú soñando, mi hambre devorándote y la luna despierta, saber que duermes, saber que sueñas y saber que no imaginas que cuando despiertes ya habrás sido mía.
TANGO DEL FORESTAL
Eres un tango errante buscando nada, eres el bandoneón de la canción, al sur de tu mirada la calle espesa disimula la bruma añeja que el sol no vio, tu garganta traga penas, penas amargas, penas que solo cargas sin un amor, quemas la vida entera con la nostalgia y no existe trago extintor para tu interior en llamas. Eres un tango amante de los caminos, eres el bandoneón de la canción, al sur de la fachada de esta calle espesa recoges los cócteles que el diablo te dejó, tu sombra deja penas, penas marcadas, penas que solo la noche te enseñó, quemas la vida entera con tu elegancia pero no existe sastre que haga un abrigo a un corazón en llamas.
Aldo Quiroz: Tengo 29 años, nací en Venezuela pero soy más chileno que los porotos. Vivo en Santiago centro y escribo hace tiempo. No tengo estudios literarios y tampoco he participado en talleres no porque no crea en ellos sino porque no han dado las circunstancias soy o trato de ser un autodidacta, se podría decir que mi biografía literaria recién comienza....
Y estábamos allí, en el centro del centro, con las cabezas humeantes de nicotina ajena, bebiéndonos la vida, rodeados por la música adictiva de las voces muertas. Y tú estabas allí, desenredando miedos añejos sobre la mesa rota, resucitando el pasado alegre de los días gastados, incitándome a tirarle piedras al templo de tu moral. Y yo estaba allí, penetrando tus oídos mojados con mis fálicas palabras para poder agendar a tu memoria crímenes futuros en esa despedida prometedora.
DE LETRAS SUCIAS Y DEDOS COMIDOS
Son las tres de la mañana y el sol todavía duerme, duerme también tu cuerpo prohibido junto a mí y el mío que piensa en lo prohibido, piensa en penetrar las sabanas, piensa en penetrar tu ropa, piensa en penetrar tu alma, es que tus labios entreabiertos me absorben, tus labios entreabiertos se apoderan de mi poca cordura, tu olor a piel actúa como imán para mis pantalones dóciles, mis dedos comidos a tu acecho y tú dormida, mis ganas sobre ti y tú soñando, mi hambre devorándote y la luna despierta, saber que duermes, saber que sueñas y saber que no imaginas que cuando despiertes ya habrás sido mía.
TANGO DEL FORESTAL
Eres un tango errante buscando nada, eres el bandoneón de la canción, al sur de tu mirada la calle espesa disimula la bruma añeja que el sol no vio, tu garganta traga penas, penas amargas, penas que solo cargas sin un amor, quemas la vida entera con la nostalgia y no existe trago extintor para tu interior en llamas. Eres un tango amante de los caminos, eres el bandoneón de la canción, al sur de la fachada de esta calle espesa recoges los cócteles que el diablo te dejó, tu sombra deja penas, penas marcadas, penas que solo la noche te enseñó, quemas la vida entera con tu elegancia pero no existe sastre que haga un abrigo a un corazón en llamas.
Aldo Quiroz: Tengo 29 años, nací en Venezuela pero soy más chileno que los porotos. Vivo en Santiago centro y escribo hace tiempo. No tengo estudios literarios y tampoco he participado en talleres no porque no crea en ellos sino porque no han dado las circunstancias soy o trato de ser un autodidacta, se podría decir que mi biografía literaria recién comienza....
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