RECLUTAMIENTO



-Su currículum es muy interesante -Dijo el Jefe de Personal detrás de su imponente escritorio de barniz oscuro y soberbio tallado- . Pese a su juventud ha realizado proezas que llenarían la existencia de un hombre sin grandes aspiraciones. Además se graduó con honores y fue el alumno más distinguido de su generación. Dígame señor Resplandor ¿Se siente superior al resto de la humanidad?.
-Por ningún motivo.

-Esa es la actitud adecuada. Los petulantes se van al infierno antes que los humildes para amortiguarles la caída. ¿Pertenece al Gremio de Oficinistas?.

-¿Gremio de Oficinistas?...Quizás existe una confusión. Ustedes solicitaban un
guionista en el aviso del periódico.

-Veo que usted es muy ingenuo y eso me agrada -Respondió el Jefe de Personal sonriéndole por primera vez-. En efecto, nuestro aviso decía: “Se requiere guionista”. Pero buscamos un empleado de oficina.

-Entonces fue un error de imprenta.

-Nada de eso -Contestó el Jefe de Personal-. Hace años el aviso citaba a empleados de oficina y llegaban a nosotros artistas encubiertos que habían renunciado a un sueño. Caminaban como muertos vivientes por los pasillos y escondían su agonía bajo una sonrisa deplorable. Ahora convocamos a un sin fin de ilusos que pululan por las calles con el objetivo de venderles sus ideas a otros y, en los casos más desesperados, de entregarnos su arte por nada como si fueran soldados de una causa perdida y sus proyectos estertores imperdibles en una época de oscurantismo.

-¿Y para que realizan ese engaño?.

-¡Engaño! -Dijo el Jefe de Personal en éxtasis absoluto-. Ese es el termino adecuado. Me ha ahorrado una soporífera apología de las estrategias en el reclutamiento de recursos humanos. Admito que nuestra política es ruin a ojos puritanos, pero pretendemos alimentarnos de los sueños ajenos hasta que se extinga la energía que los impulsa y se conviertan en maquinas biodegradables sin mayor voluntad que la necesaria para intoxicarse con cigarrillos y mantenerse alerta con cantidades industriales de café.

-Creo que no encajo en esos parámetros -Replicó Resplandor horrorizado.

-Lo sabía –Dijo el Jefe de personal sacando una pistola de su escritorio y justo antes de dispararle un dardo tranquilizante en el cuello a Resplandor agregó-: Usted es indispensable para nosotros.

Cuando abrió los ojos el guionista estaba recostado sobre la azotea del edificio. El Jefe de Personal le miraba extasiado. El guionista se puso de pie con un esfuerzo sobrehumano.
-¿Porque?...- Dijo Resplandor aún bajo el efecto del sedante sujetando con debilidad al jefe de personal por la solapa.

-Nuestros métodos han sido aprobados por todos los Gremios de la Nación. Hemos pagado sobornos a trabajadores y legisladores para que nos sirvan como esbirros y cada día nos esforzamos para que miles y miles de estudiantes sean corrompidos antes de que egresen de sus carreras. Usted no tiene escapatoria Señor Resplandor. Sabemos donde ubicarle en el momento que nos plazca. Si usted no obedece y firma un contrato, asesinaremos a su familia sin mayor remordimiento que el fastidio que nos implica pagarle a especialistas en la materia.

Reuniendo todas sus fuerzas y con los ojos desorbitados, Resplandor empujó al Jefe de Personal al vacío. Sin embargo, un hombre exactamente igual salía de una escotilla mimetizada al piso.
-¡Acabo de asesinarlo!...-Exclamó Resplandor fuera de si.

-Así es -Dijo alegremente el Jefe de Personal-, fue una maniobra perfecta salvo un detalle: Usted ha lanzado a un doble entrenado y dotado de un minúsculo sistema de propulsión que amortiguará su caída, apenas se romperá las piernas y terminará con uno o dos brazos desencajados. No sabe la cantidad de Jefes de Personal que la Cofradía perdía por estas exhibiciones.

-¿Qué harán conmigo?- Dijo angustiado Resplandor.

-Con 20 sesiones de electricidad usted olvidará todo lo que ha presenciado y luego obtendrá la credencial del Gremio de Oficinistas. Lo felicito. Sea bienvenido al conglomerado más importante del mundo. Recibirá un reconocimiento a la trayectoria en 20 años si la Cofradía decide que así sea. Existen los que trabajan para nosotros a plena conciencia y quienes cumplen nuestros propósitos sin enterarse jamás de su ridícula condición de marioneta.

-Si trato de eliminarme estaré lejos de sus maquinaciones -Replicó Resplandor caminado hacia la orilla.

-Lo hemos estudiado desde que usted es un niño y jamás lo haría.

-Es verdad -Dijo el guionista encogiéndose de hombros.

-Evite lamentarse. Quizás su mente sufra un perjuicio pero aún desconocemos la forma de intervenirle el alma. Conservará una incombustible capacidad creativa y sobre los infinitos mundos que usted atesoraba para lucimiento personal esta empresa cimentará su expansión.



Escrito por Cristián Berríos (1975)
Ha publicado 5 tomos de cuentos y novelas breves en su blog Puente de Saturno, además de otros trabajos en revista La Palanca literatura arte (México), Letralia (Venezuela) y poemas en revista Pluma Negra. En Revista El Puñal publicó anteriormente Alegoría del escarnio.

Comentarios

CRIS BAUER dijo…
Excelente cuento! Magnánimo final!
Me gustó mucho....sucede en la ralidad con otros formatos..pero en el fondo te estrujan: buen cuento.
me gustó este blog, llegué hasta aquí por "AGUAMARINA"
Felicitaciones

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