Escribir desde la vivencia: la poesía como autoliberación

El sábado 13 de febrero, en la Población La Legua, se realizó a eso de las 21 hrs, el lanzamiento de la antología poética CUANDO CAE LA TARDE. El barrio cercano a la calle San Gregorio, nos recibió con sus murales, en casa de la poeta Dilcia Mendoza. Con ella aprovechamos de compartir e intercambiar noticias. Contábamos con la presencia de Amanda Espejo y Pablo Delgado de La Mancha (Quilicura), Elisa Alcántar (Maipú), Rodrigo Suárez y yo (Eli) de El Puñal (Santiago).

El círculo literario de La Legua, está compuesto por poetas diversos, que autoeditan trabajos propios y colectivos. Han aprendido a autogestionarse y conseguir fondos municipales, aunque no es algo fácil, cuenta Dilcia. La burocracia es algo con lo que uno debe enfrentarse todo el tiempo, eso y los temas políticos. La falta de apoyo desinteresado es un tema común, también lo es la falta de voluntad de las organizaciones comunales y la falta de prolijidad de las personas que están a cargo. La literatura, penosamente, no se incluye en el plan anual de muchos centros culturales. Se sabe que en algunos lugares, los escritores son considerados peligrosos, pues se necesita que la gente no piense, no cuestione, y que sean moldeables y los escritores generalmente no lo son. Si partimos de la base que las propias personas encargadas de los centros culturales consideran la literatura como algo aburrido, no es raro encontrarse entonces que parte de las actividades llamadas culturales, incluyen música pop y ritmos caribeños, cuyo efecto es el esperado para satisfacer a las masas. Para ellos es claro: La literatura no vende.

La poesía de CUANDO CAE LA TARDE, es una poesía que habla desde la vivencia. Habla de una vida que no siempre es fácil en los márgenes. Es la poesía usada como medio para exorcisar las penas que clavan tan hondo, para sacar a la luz algo profundo, críptico, que puede costar reconocer, pero que generan preguntas cómo ¿qué habrá sido aquello tan terrible? La poesía toma forma de discurso, de mensaje de despedida, una muestra de la piel, huesos y ortodoxia de sus autores.

Acompañados de baile y canto popular, nos retiramos antes del fin de la presentación, haciendo una reflexión acerca del por qué nos cuenta tanto salir adelante, y como este grupo hace un aporte valioso con su experiencia, a esto que llamamos cultura popular. Tan lejos del individualismo que todavía se hace presente en algunas comunas y que todavía como sociedad se hace presente en nosotros. Un ejemplo de lo que día a día están realizando anónimamente muchos grupos a lo largo del país.





Comentarios

Dilcia dijo…
Compartir momentos de alegría, de ideas, de vida, es un algo que nos engrandece el alma si existe, nos hace crecer y reencontrarnos con diferentes miradas de un mismo sol, en el que nos desenvolvemos a diario, con rutinas rutinarias, con locuras locas, con emociones diversas que nos sondean y nos hacen vibrar o simplemente ser.
Gracias por haber estado en el lanzamiento de la antología "Cuando cae la Tarde".

Muchos saludos, abrazos y besos

Dilcia
lichazul dijo…
hay que multiplicar estos encuentros y hacerlos fructiferar!!

un abrazo a todos y felicitar a los que esa tarde compartieron sus versos !!

besitos de luz

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