Anecdotario
Mundo pequeño
Los miércoles y sábados el papá desaparece, tiene permiso para ocupar el auto y llegar tarde. Los dolores de cabeza han pasado gracias a los partidos de tenis. Mientras juega se olvida del pago de las tarjetas, del cierre de mes y la recaudación electrónica. Hoy es sábado, vamos en la micro y mi hija va atenta observando a los demás niños, de repente la pregunta: ¡Mamá! ¿estos niños van en micro porque sus papás van a tenis?
Bozal
Cada día me vuelvo a molestar por la desfachatez de los jóvenes que toman el ascensor para personas con discapacidad. Cada día imagino que me detengo y les explico su falta de respeto. A veces vengo cansado y miro con cierto desprecio y subo la escalera a regañadientes y a veces hasta me irrita este disfraz.
Eventos
Estamos haciendo monedas, cruzamos gente que no quiere mojarse. Hoy nos fuimos a probar a la escuela de fútbol y es requisito tener zapatos. Así, la lluvia es bendición, pues mañana aunque estemos resfriados vamos a comprar los más lustrosos… y capaz que sigamos haciendo monedas, no chauchas sino dólares.
Los miércoles y sábados el papá desaparece, tiene permiso para ocupar el auto y llegar tarde. Los dolores de cabeza han pasado gracias a los partidos de tenis. Mientras juega se olvida del pago de las tarjetas, del cierre de mes y la recaudación electrónica. Hoy es sábado, vamos en la micro y mi hija va atenta observando a los demás niños, de repente la pregunta: ¡Mamá! ¿estos niños van en micro porque sus papás van a tenis?
Bozal
Cada día me vuelvo a molestar por la desfachatez de los jóvenes que toman el ascensor para personas con discapacidad. Cada día imagino que me detengo y les explico su falta de respeto. A veces vengo cansado y miro con cierto desprecio y subo la escalera a regañadientes y a veces hasta me irrita este disfraz.
Eventos
Estamos haciendo monedas, cruzamos gente que no quiere mojarse. Hoy nos fuimos a probar a la escuela de fútbol y es requisito tener zapatos. Así, la lluvia es bendición, pues mañana aunque estemos resfriados vamos a comprar los más lustrosos… y capaz que sigamos haciendo monedas, no chauchas sino dólares.
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