Tres poemas de Paolo Astorga | Lima, Perú
Inercia Esquizofrénica verdad llevas entre tus manos ya extranjeras nunca fuiste de este lugar donde el tiempo adormeció algún día la soledad y volaron todas las aves abriendo la única entraña del amor y su condena inhóspita y desquiciada un rostro que se repite hasta hacerse otro el olvido que brilla y es eterno paraíso estéril un sueño para cada sombra desahuciada y deforme un cúmulo de niebla para construir cándidas guaridas y entretejer la rebeldía de una memoria suplicando el instinto de desaparecer en la inmensidad donde nadie sufre el emblema hipócrita que te hace caminar y no ser nunca esa isla evidente de agonía donde el sol es dios castrado y sonriente donde creas el mito en tu pupila tupida de excremento y escribes en un papel blanco cantos de sirenas y orillas ignotas sin saber por qué maldita sea! Testimonio de extramuros Iracundo y perfecto sentado en el mar de alguna playa sin temor otra vez eres sin quererlo el clarividente del placer